La Niña que SILENCIO al mundo por 6:32 MINUTOS
Hace 17 años una niña con 12 años de edad, habló durante la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Medioambiente en Río de Janeiro, Brasil. Su nombre es Severn Suzuki, y lo que dijo, ademas de ser profundo, claro y directo, aún tiene vigencia… lamentablemente.
El texto de su discurso:
“Soy Severn Suzuki hablando en representación de la Organización de Niños Ambientalistas.
Somos un grupo de niños de 12 y 13 años de edad tratando de hacer diferencia. Nosotros mismos juntamos el dinero para poder venir aquí, a 8000 kilómetros de nuestras casas, y decirles a ustedes adultos que deben cambiar sus formas de pensar y de actuar.
Estoy luchando por mi futuro. Perder mi futuro no es como perder una elección de gobierno, ni como perder dos puntos en la Bolsa de Valores. Estoy aquí para hablar por las generaciones que vendrán al mundo. Estoy aquí para hablar por las personas hambrientas que no son escuchadas en el mundo. Estoy aquí para hablar de las especies animales que mueren porque no tienen lugar para vivir.
Tengo miedo de salir al sol por los agujeros de ozono que hay en el cielo. Tengo miedo de respirar, por los químicos que hay en el aire. Antes iba a pescar con mi papá en Vancouver, pero ahora los peces tienen cánceres en sus cuerpos. Muchas especies de vegetales y de animales desaparecen
todos los días para siempre.
En mi vida he soñado que miro muchos animales salvajes, junglas y bosques tropicales llenos de aves y mariposas, pero ahora no sé si eso existirá para que mis hijos lo miren
¿Ustedes adultos se preocupaban de esto cuando eran niños como yo?
Todo esto está pasando frente a mis ojos y ustedes adultos actúan como si tuvieran todo el tiempo y todas las soluciones.
Soy solo una niña y no tengo las soluciones, pero ustedes tampoco tienen las soluciones. No saben como arreglar los agujeros en nuestro ozono. No saben como traer salmones a las corrientes de ríos y arroyos que han muerto. No saben tampoco como traer de regreso al mundo a los animales extintos. Y no pueden traer los bosques tropicales que una vez crecieron en lo que
ahora son desiertos ¡Si ustedes no saben como arreglar estas cosas, entonces no las descompongan!
Son ustedes representantes de sus gobiernos, personas de negocios, organizadores y políticos, pero primero son padres y madres, hermanos, hermanas, tíos, tías y, todos ustedes son hijos de sus padres.
Soy una niña todavía y sé que todos nosotros somos parte de una gran familia de 5 billones de habitantes y 30 millones de especies en el mundo y, los gobiernos no cambiarán esto. Soy solo una niña, pero sé que estamos todos en esto juntos y debemos actuar como un solo mundo hacia una sola meta.
Mi enojo no me ciega y no temo decirles a las personas en el mundo como me siento. En mi país producimos mucho desperdicio. En los países del norte compramos y desechamos. No compartimos con los que necesitan, aún cuando tenemos más que suficiente. Tenemos miedo a compartir y a dejar ir algo de nuestra riqueza.
En Canadá vivimos una vida privilegiada con comida suficiente, agua y casas. Tenemos relojes, bicicletas, computadoras, televisiones. Esta lista de cosas podría seguir por dos días. Hace dos días, aquí en Brasil pasamos un tiempo con niños que viven en las calles y nos impactó lo que nos dijeron.
Esto es lo que esos niños nos dijeron:
“Desearía ser rico. Si fuera rico, daría comida, ropa, medicinas, casa, amor y afecto a los niños en la calle”. Si un niño que nada tiene y vive en la calle, está dispuesto a compartir, ¿entonces porqué nosotros que tenemos todo, seguimos siendo tan egoístas y excesivos?
No puedo dejar de pensar que esos niños que viven en la calle son de mi misma edad; hace mucha diferencia en la vida el lugar donde uno nace; podría haber sido yo uno de esos niños. También podría haber sido yo uno de esos niños que mueren de hambre en Somalia; una niña víctima de la guerra en el Oriente Medio o un limosnero en la India.
Soy solo una niña y sé que si todo el dinero que se usa en las guerras se usara para tener un mejor medio ambiente, terminar con la pobreza y firmar tratados de paz, entonces este mundo sería un lugar maravilloso para vivir.
Desde preescolar en las escuelas, ustedes adultos nos enseñan como debemos comportarnos en el mundo. Nos enseñan a no pelear; a respetar; a ser limpios; a no lastimar a otras criaturas; a compartir; a no ser egoístas. ¿Entonces porqué ustedes adultos hacen todas esas cosas que nos
han enseñado a no hacer?
No olviden porqué están ustedes aquí en estas conferencias, ni por quienes están ustedes haciendo esto: nosotros somos sus niños. Ustedes adultos están decidiendo el tipo de mundo en el que los niños estamos creciendo. Las madres y los padres de todos los niños deberían poder decir
a sus hijos que todo está bien, que esto no es el fin del mundo y que se están haciendo las cosas lo mejor que se puede. Pero no creo que puedan ustedes decir esto a los niños. ¿Estamos los niños en sus listas de prioridades?
Mi papá siempre dice: Tú eres lo que haces, no lo que dices.
Lo que hacen ustedes adultos, me hace llorar en las noches. Dicen ustedes que aman a los niños.
Por favor hagan que sus palabras sean como sus acciones.”
Gracias.
Severn Suzuki,
Río De Janeiro, Junio 1992
Una auténtica pasada..
agosto 13, 2010 en 10:17 pm
pues no me importa soy misantropa, por mi que nos fria el sol.
octubre 23, 2010 en 1:52 am
El de arriba mio es un/a idiota total.
octubre 24, 2011 en 5:16 am